El otro día comentábamos la posibilidad de que fumar al volante se va a acabar si se sigue el rumbo marcado por países como Reino Unido. En principio esta nueva normativa que comentábamos afectaba sólo a la situación en la cual lleváramos a menores con nosotros en el coche, pero existe un gran número de defensores de prohibir por completo el tabaco cuando se conduce.
Según una encuesta realizada por un portal especializado entre más de un millón de usuarios el 53% de los conductores en España estaría de acuerdo en el que el Gobierno prohibiera fumar mientras se conduce. Lo cierto es que se trata de un porcentaje bastante elevado que tiende al alza pero todavía existe un gran número de fumadores que no acaban de ver muy con muy buenos ojos que les quiten este «placer» al volante.
Quienes sostienen que se trata de una medida muy beneficiosa recuerda que no sólo tiene un componente positivo para la salud, sino que además contribuye a un aumento de la seguridad para los conductores. De la misma manera que no se puede utilizar el teléfono móvil o manejar el GPS mientras se conduce cuando se fuma existen multitud de distracciones. Desde buscar el mechero, sacar un cigarro del paquete, el gesto de encenderlo el cual implica apartar la vista de la carretera…
Los conductores partidarios de acabar con fumar al volante recuerda además que mientras se fuma, una de las manos queda ocupada lo que perjudica a la sujeción del volante así como a la hora de cambiar de marcha. Claramente el simple hecho de fumar al volante perjudica la conducción de forma grave poniendo ya no sólo en peligro la vida del conductor que fuma sino la de todos los que conducen a su alrededor.
A pesar de todo, también existe un fuerte núcleo contrario a esta medida pues el 47% de los encuestados asegura que fumar no afecta en nada a la conducción. Lejos de quedarse aquí, aseguran que el hecho de prohibirlo podría ser peor todavía, ya que aumentaría la tensión al volante de los fumadores.
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