Esta pregunta seguro que muchos de vosotros os la habéis hecho alguna vez. Lo normal es que un inflado con aire a presión que encontremos en cualquier gasolinera sea suficiente para el correcto funcionamiento de nuestro coche. Pero, si hacemos un uso más agresivo de nuestro coche, una conducción regular o simplemente queremos aprovecharnos de las ventajas de inflar nuestros neumáticos con nitrógeno, es una muy buena opción tal como veremos hoy.
De primeras decir que el nitrógeno es un gas muy estable, y esto se verá reflejado en el neumático que será mucho más estable. Además, los pinchazos, golpes y explosiones que se pueden dar en un neumático con un hinchado tradicional, se ven reducidos considerablemente. Y en el caso de que se produjera un pinchazo, el tiempo en que se desinfla el neumático es ocho veces más lento. Esto en caso de un pinchazo en autovía puede ser un factor determinante para controlar el coche y no sufrir un accidente.
Otra de las ventajas de inflar nuestros neumáticos con nitrógeno es que las pérdidas de presión son menos habituales. De esta forma nos podemos olvidar de ir midiendo la presión cada vez que tenemos un desplazamiento largo. En un neumático con un inflado de aire a presión es casi obligado hacer esta comprobación porque la pérdida de presión suele ser común.
No hay que olvidar que un inflado con nitrógeno permite a los neumáticos un tiempo de vida mucho mayor que un inflado tradicional. De ahí que a pesar de que el inflado con nitrógeno tiene un precio más elevado que el inflado con aire a presión, a la larga podamos ahorrarnos más dinero pues nuestros neumáticos durarán más tiempo y en una mejor forma.
Visto esto podemos concluir que inflar nuestros neumáticos con nitrógeno es una muy buena idea para mejorar en seguridad y comodidad.
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