Hace poco más de un año se puso una campaña en marcha por la cual el gobierno subvencionaba el cambio de neumáticos con el objetivo de ahorrar carburante considerando que muchos conductores llevaban sus neumáticos en mal estado. La verdad, es que la solución es mucho más fácil y tal como indicó el fabricante Michelín, se obtiene con llevar un correcto inflado de los neumáticos.
El consumo de combustible de nuestro vehículo está estrechamente relacionado con el nivel de presión de nuestros neumáticos independientemente de que sea unos neumáticos baratos o no. De hecho Michelín facilitó un dato espectacular y es que el 40% de los conductores españoles conducen con una presión de los neumáticos por debajo de lo recomendable.
Si nuestros neumáticos cuentan con una presión insuficiente muestran mayor resistencia a la rodadura. Suponiendo que este déficit fuera de 1 bar estaríamos hablando de un aumento en el consumo de combustible, bien sea gasolina o diesel, de un 6%, lo que al final del año se nota con cada depósito en nuestro bolsillo.
De esta manera hay que quitarse de la cabeza la cabeza cualquier otro tipo de argumentos, como que un neumático barato consume más, lo importante ante todo es un correcto mantenimiento de los mismos y como ya hemos dicho, una correcta presión atendiendo siempre a las indicaciones de nuestro fabricante.
Recordar siempre que a la hora de comprobar el estado de inflado de nuestros neumáticos no hay que hacerlo en caliente. Si vienes de hacer un trayecto por carretera olvídate, lo ideal es hacerlo en frío pero si no es posible porque no cuentas con un manómetro intenta que lo primero que hagas al salir de casa sea acercarte a la gasolinera más cercana a comprobar los niveles.
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