Es posible que la escena más famosa de una película en la que un vehículo se convierte en moto sea la del film de Christopher Nolan, “Batman: El Caballero Oscuro” (2008) y, de hecho, ha servido de inspiración a un gran número de visionarios y constructores.
Sin embargo la idea de un coche convertible en moto sigue estando en muchos desarrolladores, sobre todo ahora que parece que los vehículos sean capaces de funcionar solos, con la tecnología autónoma.
Mark Wilson en Fast Company consultó a un equipo de diseñadores (que incluía a Chipp Walters quien ya ofreció a la NASA un proyecto similar) para la creación del Lane Splitter. El concepto pese a ser básico, es realmente complejo de llevar a la práctica. Básicamente se trata de un vehículo de 4 ruedas que puede dividirse en algún momento en 2 motos individuales.
Wilson confiesa que es difícil de llevar a la práctica, sobre todo en lo que se refiere a la posterior hipotética unión de nuevo de las dos motocicletas. Pero lo bueno de los concept cars es que no deben desarrollarse, sólo sentar las bases de cómo debe ser el futuro.
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