El 11 de enero de 2016 a las 7 de la mañana, el cantante David Bowie ha fallecido tras una dura lucha contra el cáncer. Los pésames y homenajes no han parado de sucederse dentro del entorno de la música, pero hay otro sector que pierde a un gran aficionado, el del motor.
Una de las excéntricas facetas del británico consistía en una pasión irresistible hacia vehículos tanto de dos como de cuatro ruedas. Tanto es así que, en declaraciones, su esposa ha afirmado que cuando no estaba tocando se ponía el mono de mecánico para trabajar en su clásico Riley, que transformó en todo un coche de carreras con 1.100 cc dentro de un diseño automovilístico de los años 30.
Del mismo modo, David Bowie también era motero de corazón. Ha sido retratado en varias ocasiones con una flamante Harley-Davidson Heritage Softail customizada. Esté donde esté Bowie, esperamos que disfrute para siempre con sus dos pasiones, la canción y el motor.
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