Con dos carreras celebradas, los cambios en la Fórmula 1 han hecho que la hegemonía que Red Bull tenía en la temporada pasada, haya cambiado totalmente de bando. Así, unos meses después, nos encontramos con que el rival a batir ya no es esta escudería, son los Mercedes los que mejor se han adaptado a los nuevos cambios en la normativa.
Tal es la hegemonía que se empieza a vivir esta temporada por parte de Mercedes, que en la última carrera celebrada en Malasia, Hamilton y Rosberg hicieron un doblete histórico para esta escudería. Detrás quedó Vettel y cuarto Alonso. El español repite cuarto puesto, un puesto aceptable pero para nada cumple las espectativas de un equipo como el italiano que busca siempre el primer puesto.
Es verdad que en Sepang pudimos ver buenas sensaciones por parte de Ferrari. Pero el equipo es consciente de sus limitaciones hasta que se mejore el monoplaza y la estrategia es clara, llegar con opciones al título en la segunda mitad de la temporada, y luchar por él entonces, cuando el coche sea 100% competitivo. La estrategia defensiva seguida por el equipo es bastante arriesgada, pues se puede correr el riesgo de que Alonso se descuelgue definitivamente de la lucha por el título. Aunque de momento Alonso tiene en su casillero 24 puntos, y la distancia con Rosberg, el primero del mundial, es totalmente alcanzable tras dos carreras.
El compañero de Alonso, Kimi Raikkonen, tuvo bastante más mala suerte que el asturiano. En la segunda curva de la carrera tuvo un encontronazo con un Magnussem y tuvo que ir luchando toda la carrera con un coche en malas condiciones. Finalmente terminó en una luchada posición número 12. Una posición que le vuelve a dejar detrás de Alonso otro gran premio más, parece claro que el líder del equipo será el piloto español.
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