No sabemos si el jugador del Real Madrid, James Rodríguez, es un fanático de Need for Speed, pero desde luego su última aventura a bordo de su vehículo parece sacado de la última entrega de este popular videojuego.
El jugador se dirigía a la Ciudad Deportiva del Madrid para el entrenamiento del 2 de enero de 2016 cuando fue detenido por la policía. La razón de la detención era que James había forzado la máquina hasta los 200 Km/h. No contento con ello, el jugador supuestamente no escuchó a la policía convirtiendo el proceso de la detención en una persecución a estas velocidades.
Cuando al final James paró, alegó que por la música no había oído las sirenas de la policía intentando advertirle. Sin embargo más tarde prefirió argumentar que creía que se trataba de un secuestro. Al parecer en el país de origen de James, Colombia, es frecuente que los secuestradores aborden a estos deportistas y otras celebridades con sus coches y al ir la policía de incógnito, el jugador blanco dice haber temido por su vida.
En todo caso, James se enfrenta a una sanción que podría incluso suponer la retirada del carnet de conducir del deportista.
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