Tras todo el polémico proceso por el que los no menos conflictivos Jeremy Clarkson y sus dos compañeros de Top Gear han sido finalmente despedidos, quedaba pendiente un adiós oficial que se hizo efectivo en la propia pista del circuito oficial del programa, bajo la acción «The Roundhouse in Camdon», enfocada a formar a jóvenes futuros presentadores o actores.
Clarkson llevó a la pista 3 auténticas joyas del automovilismo, un Ferrari 488 GTB, un Mercedes-AMG GT S y un LaFerrari. Como sabio animador, motivó a los fans a través de Twitter a saber cuál de estos pesos pesados del sector debería conducir, pese a que su decisión ya estaba tomada de antemano.
El showman terminó escogiendo el modelo LaFerrari para dar una última vuelta al circuito de Top Gear, gracias además a que el vehículo se lo prestó su amigo y batería de Pink Floyd, Nick Mason. Llamó al vehículo el «híbrido del millón de libras» y se despidió con él del que ha sido el mejor programa de automovilismo hasta la fecha.
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