Por extraño que parezca una de las alternativas que podrían utilizarse como sustituto de los combustibles derivados del petróleo sería el café. Así se desprende de un nuevo estudio que busca conseguir alternativas viables para el momento en el que se acabe el petróleo o la Tierra ya no pueda absorber mayores niveles de contaminación derivados del consumo de combustible.
El estudio ha sido realizado por la Universidad de Bath y la conclusión del mismo ha sido clara, con los residuos orgánicos del café se podría llegar a generar biocombustibles. Pero para ello sería necesario mezclar estos residuos orgánicos con disolventes orgánicos. No nos pensemos que echando café en el depósito de nuestro coche vamos a conseguir que empiece a circular.
Aunque para los expertos, las propiedades del café hace que pasar de este a un combustible natural no es complicado y para ello tan sólo hay que extraer el aceite del café desechado y hacer una mezcla junto con un disolvente orgánico. Este proceso se llama transesterificación y tras su realización tendremos biocombustible listo para poder hacer funcionar nuestro coche.
Las proporciones son de 10 kg de posos por cada 2 litros de biocombustible que se puede producir. Son muchos kilos de posos para poder sacar sólo 2 litros, pero siempre es bueno tener alternativas como estas pensadas para el momento en el que se puede «apagar la luz» del petróleo.
Sin duda sería una oportunidad para que los restaurantes, bares y cafeterías pudieran sacar un provecho a lo que tiran ahora. Podrían vender estos posos de café a las empresas encargadas de realizar combustible. Seguro que algunos de vosotros ya estáis viendo el modelo de negocio que puede salir de aquí. Pero tranquilos, es una opción más y sinceramente no creemos que sea la que triunfe cuando se acabe el petróleo, pues hay algunas más efectivas.
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