El objetivo de los diseñadores del Bugatti Veyron nunca fue el de construir un vehículo con más de 1.000 CV, aunque si tuvieron claro desde un principio que querían sobrepasar, si fuera posible, la barrera de los 400 kilómetros por hora. El principal problema con el que se encontraron en esta labor es que el diseño ya estaba preconcebido, por lo que no había espacio para las modificaciones sustanciales y los ingenieros tuvieron que apañárselas para hacer un gran motor que permitiera al vehículo alcanzar esas velocidades.
Hace ya 10 años que Bugatti comenzó a fabricar el Veyron. Desde entonces, de su artesanal línea de producción han salido un total de 300 coupés y 150 roadsters. Desde el principio fueron programados 450 chasis para representar lo que a día de hoy continúa siendo una de las joyas de la industria automovilística.
Hace poco Bugatti anunció la llegada de «LaFinalle», el último de los Veyrons. Así es, el vehículo más rápido del mundo llega a su fin. Aunque es de esperar que este espectacular vehículo se convierta en objeto de deseo de coleccionistas, por lo que estamos convencidos de que el Bugatti Veyron perdurará en el tiempo, al menos en la memoria de los aficionados a las altas prestaciones.
Por ello, para rendir homenaje a esta leyenda, hoy os traemos un interesante vídeo en el que se puede ver como los mecánicos de la marca ensamblan uno a uno todos los componentes del Bugatti Veyron.
Como podemos ver, se trata de un proceso artesanal en el que cada detalle es cuidado con mimo. Quizá alguien se pregunte cómo el Bugatti Veyron puede ser tan rápido, incluso habrá quien se pregunte por qué es tan caro. Con este vídeo podemos dar respuesta a ambas preguntas.
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